Ya conocemos la diferencia entre Misión Visión y sabemos que ésta última tiene una anclaje muy pesado que nos obliga a pensar que es casi fija y que nunca la debemos cambiar. Sin embargo existen algunos síntomas que implican una revisión de ésta última a fin de comunicarla de otra manera, re-redactarla o en su defecto modificarla.

La Visión es una luz en el futuro que, cual faro en la tiniebla, guía nuestro barco hacia un objetivo en principio inalcanzable.

Sabemos que es creada por el líder, compartida, apoyada, positiva y alentadora. Pero debemos tener mucho cuidado ya que la misma debe respirarse en toda la empresa. Es sanamente contagiosa. Debe ser correctamente comunicada.

¿Medimos habitualmente el alcance de nuestra Visión?

Síntomas que sugieren un cambio de Visión:

  • Confusión sobre los propósitos, motivos o razón de ser de la empresa
  • Falta de desafíos o de intereses, desmotivación (trampa de la actividad)
  • Pensamientos fantasiosos o exageradamente pesimistas sobre el futuro
  • Falta de pensamiento unánime sobre el futuro (cada cual piensa que la empresa apunta a lugares diferentes)
  • Lugar del mercado confuso
  • Tendencias del entorno no tenidas en cuenta o fuera de alcance
  • Pérdida de orgullo por la empresa
  • Empleados trabajando solo por salario, sin compromiso
  • Se evitan demasiado los riesgos
  • El personal cumple con tareas, pero no acepta responsabilidades
  • No hay sentido compartido de progreso
  • Muy difícil evaluar mejoras por gerentes
  • Se acrecentan los «chismes»

FALTA DE CLARIDAD – DESCONOCIMIENTO – MÚLTIPLES FUTUROS – CONFUSIÓN – IDEAS PROPIAS – INCERTIDUMBRE – DESMOTIVACIÓN

Fuente: Diplomado de Management Estratégico Universidad de Belgrano (managementestrategico.blogspot.com)